sábado, 23 de junio de 2007

Penurias económicas de don Bernardo O¨higgins.

Las penurias económicas de don Bernardo O´higgins.

El accionar de la resistencia realista, organizada en Colliguay en I8I8, afectando a Casablanca, Limache, Olmué y Quillota no fue nada comparado con lo que se le venía al Sur, específicamente en los aledaños de Concepción. Fuente de zozobras, pèrdidas de vidas, bienes materiales e inquietudes ciudadanas. La caja fiscal prácticamente estaba hace tiempo quebrada y el Director Supremo Don Bernardo O´higgins buscaba soluciones, y ocurre que desde hace algunos meses “ le había echado el ojo” a un convento de los varios que se levantaban en Santiago, los que no pagaban impuesto y solo albergaban escasas monjas o frailes. La idea era tomar uno de prestado por algún tiempo, para luego ya pasadas las penurias económicas, edificarles una nueva residencia en un lugar apartado del mundanal ruido.

Apremiaba ir en ayuda de Concepción, uno de los puntos críticos que aquejaban a don Bernardo y su gobierno.
O¨higgins condujo al país desde 1817 a Enero de 1823. Las montoneras creadas en Colliguay, en 1818, después de la batalla de Maipú, restos del regimiento Burgos, asolaron nuestra región hasta 1820, eliminados por el gobernador de Quillota don Diego Guzmán Ibáñez en los bosques de Curichilonco, lado norte del río Aconcagua. Las montoneras que se fueron al sur, comienzan en 1817 con un jefe de apellido Sánchez y terminaran con los hermanos Pincheiras en 1832. De por medio otro caudillo que actúo en el período de O´higgins, tratando de terminar con la naciente republica que gobierna don Bernardo, Vicente Benavides, el que fue apresado en Concepción en 1921, traído a Santiago y ajusticiado en una plaza. La banda de Vicente Benavides, antecesor de los hermanos Pincheira, asolaba los campos a los dos lados de los Andes, a la altura de Concepción, levantaban el estandarte del rey, sin que este sospechara de las fechorías y crímenes que se cometían a su nombre.
El gran problema de la joven republica de Chile, es el recurso monetario, algo tocamos el problema en los párrafos que le dedicamos al cura limachino DIEGO BRAVO, en el tema, La Mina del Cura.
Más menos de las fechas en que el rey de España es apresado por Napoleón Bonaparte,-1808-- 1810-- las colonias de esa metrópoli entran en vacilaciones comerciales, y no se aventuran a nuevas iniciativas productoras, el porvenir es incierto, las asambleas y cabildos se suceden y tanto los Patriotas como los Realistas entran en un compás de espera, en asuntos comerciales, el tiempo dilucidirá quien en definitiva ostentará el poder, se actúa según los acontecimientos y se juega solo al corto plazo.
Las últimas batallas por la independencia, la Escuadra Libertadora al Perú, a la que Buenos Aires le negó recursos, por su fallida intención de recuperar la Audiencia de Charcas ---Alto Perú-hoy Bolivia—por la derrota del general Belgrano, el costo de las nuevas organizaciones que tanto necesita la naciente republica, agotaron con largueza el erario nacional y recursos frescos para ir en auxilio de Concepción, formando y enviando a la zona a lo menos un batallón no había de adonde lograrlo. Otro decreto de O¨higgins para lograr una nueva “ derrama “--impuesto con un fin especifico y por única vez--, sería muy impopular y poco creíble, y con los problemas que ya el gobernante tenía . Entre 1810 a 1820 se produjo un cansancio tributario en los que podían cancelar, ya fuesen las huestes patriotas o los fieles al rey. Según el pabellón que flamease en algún pueblo o villa, surgía la consabida “derrama”, por única y última vez. A estas alturas de los acontecimientos no falto el ciudadano que exclamara “ de estar de la patria hasta la coronilla”, como lo comprobaron los honorables comisionados, don Diego Antonio Barros, don Mariano Egaña y don Pedro García de la Huerta , encargados por don Bernardo de juntar recursos para in en ayuda de la atribulada Concepción. E incluso los comisionados se quejaban que eran tratados de la peor manera en sitios públicos. Aunque muchos vecinos trataban de cooperar y cumplir los decretos, con charqui, sebo, animales. Pero ahora se trata de formar un batallón e ir a auxiliar a Concepción o Penco como se le conoce.

Desde su fundación en 1778, existió en la esquina nororiente de la plaza de armas de Santiago un convento, bajo la advocación de nuestra Señora de la Victoria y ocupaban la manzana entre las hoy calles 21 de Mayo, San Antonio, Santo Domingo y Monjitas.
A ese monasterio le había “ echado el ojo “, don Bernardo, para sus urgentes propósitos y le comunico la idea a su ministro de finanzas el doctor José Antonio Rodríguez, el que quedo espantado ante tamaña idea y solo expreso, ¡ ¡ los pelucones se lo van a comer se excelencia !!, la mayoría de las monjitas eran hijas de las principales familias de Santiago, las que según las malas lenguas, al no encontrar un buen partido, ya que el medio era escaso y lo que llegaba desde la península, primero pasaba por Lima, por lo tanto acá muchas se quedaban para vestir Santos, según el hablar popular. Y se decían otras cosas más, pero ese es asunto de comadres ociosas. Sus padres financiaban las construcciones y su mantención.



La idea del Director Supremo era trasladar a las monjitas a otro lugar, más tranquilo, ojala lejos del centro y el actual venderlo por los cuatro costados al contado a comerciantes y particulares que deseasen instalarse al amparo de la libertad de comercio que había decretado la naciente Republica. Venta que se realizaba bajo la promesa y compromiso del estado de construir otro monasterio dentro de ocho meses. Por mientras tanto, estas monjitas se trasladarían al convento de las monjas Claras, monasterio que también era inmenso. El asunto no resulto, gran oposición a don Bernardo, se fue adonde las monjas Agustinas, la respuesta fue un rotundo no y no. En una de esas la respuesta fue ¡ ¡ ya vendrán los carrerinos a parar tanto abuso!! . Pasaban las semanas y Concepción a merced del bandidaje, los campos se despoblaban por guarecerse en la ciudad, muy luego faltaría la comida, y llegaría el caos difícil de controlar, el país prácticamente estaba dividido en dos, por el norte se comenzaba por el partido de Coquimbo y se terminaba en las cercanías de Conce. En la Patagonia y el estrecho de Magallanes no se ejercía jurisdicción alguna, Chiloé estaba en manos de la Corona. Valdivia, Corral, Niebla en precaria situación. Perder Concepción podría ser el fin de la Republica, diez años de esfuerzos, innumerables recursos y lo peor, las pérdidas humanas. O¨higgins al escuchar el último no a sus propuestas, y estando tanto en juego, ese mismo día tomo medidas que aumentaron lo que ya se estaba escuchando y que no era ningún secreto para nadie, a lo de huacho, se sumó lo de! tirano! e hijo del demonio.




Luego en el terremoto de 1822, desde más de algún púlpito se dijo a la temerosa asistencia que el terremoto era castigo del cielo, por lo que hacía el tirano y esto se repetía en cuanta oportunidad se presentaba.

El decreto que dicto don Bernardo para este caso en particular, fue el desalojo de inmediato del convento de la Recoleta Franciscano y comisiono al coronel Zuluaga ¡ el cúmplase dentro de ocho días!. Ocurre que este convento era de frailes, y se oponían terminantemente que fuese ocupado por las monjas a las que se les vendería el edificio. El ministro de finanzas, señor Rodrigues, hace rato se había ganado el apodo de ladrón y casi se murió cuando al preguntar adonde se hospedarían los frailes , la respuesta del director fue, que ellos mismos se busquen adonde, para eso son grandecitos. Zuluaga de la mejor manera posible notifico a los reverendos padres de la Recoleta “que tuvieran a bien evacuar el convento “, la respuesta del padre Tadeo Herrera fue ¡¡ protesto!!, ¡¡protesto!!, ¡¡protesto!!, proteste todo lo que quieran sus mercedes respondió Zuloaga, pero váyanse . A la media hora todo Santiago sabía lo que ocurría y los familiares de monjas y frailes venían a hacer causa común con ellos. Los “principales” se acercaban al director para que suspendiera la medida, doña Isabel Riquelme y Rosita O¨higgins eran asediadas por el mismo ruego. Mientras tanto los “recoletos”, acudían al Obispo de Santiago, don José Rodríguez Zorrilla, que por excesivamente pechoño y sus irreductibles tendencias realistas había sido separado del obispado y desterrado a Melipilla. Al parecer había aprendido la lección porque se limitó a responderle a los frailes que no tenía opinión por cuanto era un asunto terrenal. Y pasaban los días y los frailes se resistían a “entregarse” y llegado los ocho días, se ordenaron las últimas tres horas de espera y Zuluaga llega con cincuenta soldados dispuestos al lanzamiento, gran alboroto, los frailes gritaban pidiendo socorro al pueblo y que llegaran las penas del infierno ante tal desacato. Algunos quisieron ayudarles, pero ante la decisión de la tropa se abstuvieron y los frailes al verse abandonados, empezaron a arrojar todas sus pertenencias a la plazuela y rápidamente quedaron vacías sus celdas.



Sus hermanos, los frailes Dominicos, les acogieron en su convento, marcharon a él con el Santísimo Sacramento en alto, seguido por una gran cantidad de fieles llorando.

Faltaba el traslado de las monjitas a su nuevo destino, al otro lado del río, es decir a la Chimba. Su traslado fue con el mayor decoro y consideración. Totalmente arrebozadas, las más no pisaban una calzada en años. La propia calesa del director cooperó, las campanas de todo Santiago repicaban a muerto, nada bueno auguraban a don Bernardo, pero la Patria salvó a Concepción, aunque el problema se mantuvo hasta 1832. A las monjitas de los ocho meses iniciales, finalmente 16 años después se les construyo su convento. Don Bernardo O´higgins ya hace tiempo que estaba desterrado en el Perú, y no volvería a ver más un monasterio santiaguino.

Andrés Moyano Vásquez. Comuna de Limache.

¿En que quedaran estas misas ?.

EN QUE….PARARAN….ESTAS….MISAS ? .

Esta pregunta, refrán o dicho nacional, circulo bastante en nuestro medide cuando en los pequeños pueblos, especialmente de provincias, adonde no había diario alguno y que por lo demás los que sabían leer fueron poquísimos, en los largos y tediosos días adonde no ocurría nada que no fueran las tareas agrícolas de todos los días por meses y por años, el tema de comentario generalmente salía de las casas patronales o del sermón del señor cura, que desde el púlpito dictaba normas, principios morales, moralejas, buenas costumbre. Gentes sencillas adonde no pasaba nada, se entretenían tratando de saber adonde apuntaban las palabras del señor cura en su última predica. Los más acomodados también sufrían de este tedio, de lo aislado que era nuestro país, prácticamente una isla adosada a un continente, habiendo de por medio una altísima cordillera, vasto desierto, hielos eternos y un vastísimo mar. La llegada de algún viajero desde Cuyo o mucho mejor si provenía del Virreinato vía Valparaíso, de suerte, si era capitán de barco, miel sobre hojuelas, se le invitaba a casa a cuerpo de rey, por el tiempo que la nave estuviese en el puerto. Para envidia de los demás, aquella afortunada casa tendrá tema para los próximos meses e incluso invitará a los “ íntimos “ a compartir lo último de lo último en cuanto a chismes de Lima e incluso de la corona, “ con decirte linda que la reina Carlota, uf y eso que él anda hace meses en Francia, después te cuento “. Esto era como prender la mecha y no poder saber el final. Los duros inviernos en que los temporales azotaban el Pacífico Sur y al puerto no entraba ni salía una nave por meses, que aburridas serían las tertulias en la capital.

Pero un escandalillo criollo, gravísimo para aquellas épocas, vino ha salvar la situación por muchísimo tiempo, además y afortunadamente fue de largo desenlace, muy pío para algunos, aberrante para los recalcitrantes defensores de la fe.
¿ En que….pararan …estas misas…?, este dicho criollo que salio de un atrio parroquial, al pueblo llano sirvió largamente para otras situaciones en el que al comentarista le permitía no comprometerse mucho en lo que decía, costumbre muy arraigada en nuestras sociedad. Para denunciar algún oscuro negocio, acuerdo, alianza, tratos o iniciativas públicas de incierto final. En lo domestico el dicho sirvió para señalar la repentina ausencia de alguna buena moza, coincidiendo con la de algún huaina, lo mismo de cuando una niña en estado de” merecer” era llamada ha servir en las casas patronales, lugar adonde frecuentemente paraba un sobrino picaflor. En que pararan esas misas.

Al valle del curato limachino llegó un alerta en relación a lo que más tarde sería tan popular en el Chile central ¿ que había ocurrido realmente?, ¿adonde se acuño tal frase ?, ¿ cuales fueron sus motivaciones ? . El tema lo investigo el prolífero escritor, cronista, y político, vecino de Santa Rosa de Colmo, don Benjamín Vicuña Mackenna, los hechos ocurrieron por 1788, y don Benjamín los publico en Guía de Valparaíso y Santiago y fueron reeditados en los talleres gráficos Salesianos en 1931.
Este fue el caso de un ciudadano, que no supo como se fue comprometiendo en una situación eclesiástica gravísima en aquel tiempo, momentos en que regía en todo su siniestro esplendor el Tribunal del Santo Oficio, el que ya había mandado a la hoguera a la india Elvira, por sus hechizos y descréditos a la iglesia, este tribunal actuaba en Lima. Ocurre que el más tarde pecador Francisco Antonio Santín, las oficiaba como fraile y actuaba en el coro de la iglesia de San Francisco de la capital. El hombre al parecer aspiraba a más y sale ha recorrer mundo y lo encontramos en la hacienda la Viña de la Mar, del curato de Valparaíso, y deslindando con el curato de Limache. Estamos en tiempos de escasez de curas para hacer misas, no olvidemos que el cura de la Santa Cruz de Limache, movilizándose a lo más en una mula, atiende de la vice-parroquia de Con-Con a La Dormida, de la de San Pedro a Martín Galan en Colliguay.
En los otros curatos ocurría otro tanto, al aparecer un cura por la hacienda ya nombrada, fue” como caído del cielo” ha decir de algunas. Esta encomienda pertenecía a doña Nicolasa de Aguirre, tía abuela de don Benjamín Vicuña, de cuyos labios en su infancia escucho este relato.

La escasez de curas, los años formando parte del coro, observando lo que acontecía durante la realización de la misa, alguna fustrada vocación y contando la hacienda como se estilaba entonces con una buena capilla, no podía dejarse pasar la ocasión, cuando estas escaseaban bastante por las razones ya nombrada. Por lo tanto el próximo Domingo tenemos la Santa Misa como Dios manda, dijo doña Nicolasa, avisando en todo el contorno la grata nueva. Los principales de las cercanías muy agradecidos por la invitación, en primera fila, luego muy compungidos y luciendo sus mejores pilchas la servidumbre de casa, peones, mulatos e indios. A más de algún negro esclavo, se le tuvo bajo vigilancia visual, por lo exagerado en los “gozos”, martirios, sacrificio y

para bienes de la misa, aunque en latín, tenían extraordinaria facilidad para su aprendizaje. Todo un éxito, los comentarios generalizados al final de esta fue en la elocuencia y facilidad de convencer en el mensaje de los sermones, y que maravilla en cuanto a Parábolas. No falto el comentario en alta voz ¡¡ este si que es cura !!. Estaba atendido a cuerpo de rey en la estancia, recibía invitaciones de los alrededores, muy buen considerado, y no dando muestras de querer moverse del lugar, a fin de mes se repitió la misa con tanto entusiasmo como la anterior. En los meses siguiente lo mismo, hasta que tanto fue al cántaro que este se rebalso y se destapa la olla, lo que demuestra que el chaqueteo no es cosa nueva en nuestro medio, a tal exito habìa que ponerle remedio, y se comenzó ha investigar al nuevo cura, ha realizado siete misas sin ¡¡ ser sacerdote !! , para horror de todos los asistentes, equivale haber participado en misas negras, sin valor, y comprometiendo el alma de los fieles. A algunas godas y beatas fue necesario traerle

agua de las Carmelitas, por estar a punto de desmayarse al enterarse de tan infausta nueva y en la que habían participado, siete misas negras cual siete pecados capitales. Fue un escándalo de los mayúsculos y pronto se tomaron las más serías medidas, fue detenido el pobre Francisco, se abrió un expediente para remitirlo al Santo Oficio de Lima. En las averiguaciones realizadas le correspondió a un improvisado monaguillo, que le ayudo a realizar las misas al falso cura, que contara lo que había visto y escuchado en el transcurso de dichos actos. De lo que se desprendió de tales declaraciones es que Francisco Antonio Santín en el momento cumbre de la misa, instante sagrado para el creyente, al alzar la hostia, en lugar de la fórmula tremenda de la consagración, balbuceaba simplemente y cual bajo le era dable, ¿¿ en que pararan … estas …misas ??, por la sospecha cierta que lo descubrirán y castigaran.

En Lima al Licenciado Abarca le correspondió ver la causa , al término de esta, fue considerado un juez en demasía indulgente , ya que muchos por el orden y las buenas costumbres y respeto a la jerarquía deseaban ver a Francisco balanceándose en el extremo de una cuerda o en el centro de una pira.
El Licenciado Abarca, fue el último Inquisidor de la Lima Colonial, al parecer al haber vientos de dejar obsoleto este tan temido tribunal, quiso dejar tras de sí un halo de piedad y misericordia, finalmente mandó a Chile el siguiente documento : “ En este Santo Oficio se ha denunciado espontáneamente a Fray Francisco Antonio Santín religioso corista de la Orden de San Francisco en el convento que de esa ciudad de Santiago, por haber celebrado siete misas sin ser sacerdote ; se le ha absuelto e impuéstole las penitencias correspondientes, lo que prevenimos a Usted, para que esté a la mira sobre su conducta.
Dios guarde a Usted, etc. etc,. Inquisición de los Reyes y Noviembre 27 de 1799. Licenciado don Francisco Abarca – por mandato del Santo Oficio don Manuel de Arescurenaga, secretario, al Señor don José Antonio de Aldunate, Obispo de Santiago.
Documento despachado al curato de Limache, y de los alrededores para que no se repitiera nuevamente tal barbaridad, y se mantuviese a la mira sobre la conducta, de Francisco Antonio Santín.
Nunca se tubo conocimiento si la tía abuela de don Benjamín Vicuña , doña Nicolasa, envío alguna misiva a Lima, rogando por misericordia, para el personaje que nos dejó el dicho, ¿¿ en…que …terminaran …estas…misas ?? Y que tanta
“ingúndia” puso en las conversaciones de las aburridísimas tardes coloniales, de patrones y peones.

Andrés Moyano Vásquez- Comuna de Limache.

Limache y don Pedro de Valdivia.

Limache y don Pedro de Valdivia.

Una de las calles de la comuna recuerdan el nombre de quién encabezaba una columna de 150 hombres y una mujer que comenzaban a hacer historia, nuestra historia. Pedro de Valdivia se llamaba él y ella doña Inés de Suárez. Valdivia por servicios prestados a la corona y al marqués Francisco Pizarro en el Perú, había recibido en el valle de Porco, encomienda y una regular mina de oro para trabajarla. Llevaba un buen pasar, además el fallido intento de encontrar riquezas por parte de Diego de Almagro cuatro años antes en Chile, nos lleva a ensalzar aún más la figura de Valdivia. Según algunos historiadores pasaron por el costado del cerro Queronque, atravesaron parte de la llanada Lli-machi, atravesaron el estero por la hoy Piedras Blancas y siguieron por Borriquero en demanda de la ruta que conduce a los placeres auríferos del estero Markay-Markay. Llevaban en alto el pendón de Castilla, y la virgen morenita del Perpetuo Socorro amarrada a un costado de su propia cabalgadura, por parte de don Pedro. La huella no es otra que el Camino del Inca, ruta que en Ligua se bifurca en dos direcciones para entrar al Chile Central. Una por Putaendo y cuesta Chacabuco y la otra por Quillota, Lli-Machi,Curacavì.
Valdivia es un conquistador no lo suficientemente aquilatado en la historia de América. Como ninguno demostraba sus intenciones y razones, en este accionar en las latitudes boreales del sur del continente, famosas son sus palabras “ de riquezas nada, de haberlas, no serán para adquirir tierras, ni un palmo de ellas en España, vengo ha sembrar nobleza y que quede memoria y fama de mí “. Ese es Pedro de Valdivia, en general sabemos que es el fundador de Chile, de nuestro país. En lo particular Limache, Olmué, Quilpue, son territorios que están adentro de la encomienda que se auto-designó en 1541. Por seguridad entre Santiago y el mar, mar que lo comunicaba con Perú, entre el cerro Queronque, portal de San Pedro y cerros Bienagas o alto Pucara construyo una Casa Fuerte, aquí en Limache. También Valdivia esta ligado a nuestra zona por la nave que construía en las playas de Con-Con. Ese lugar será más adelante jurisdicción del curato limachino. Y luego distrito del Departamento de Limache. En la mitad de las faenas se presenta el Cacique Jaujalonco frente a sus huestes e incendia lo construido. En represalia Valdivia atrapa al cacique y lo conduce a la casa Fuerte de Limache, en el interior de su encomienda se encuentra el estero Markay-Markay, nombre que será castellanizado como Marga-Marga, esos lugares más adelante formaran parte de la jurisdicción del curato, como todo Quilpué. En 1549, ese lugar fue la segunda ciudad europea en Chile, aunque no fundada, existía de hecho con dos calles bien delineadas, tenía Alcalde de Minas, escribano de licencias para otorgar estacaminas. También Fiel Cumplidor, cuya labor consistía en pesar el oro logrado y retener la parte que le correspondía a la Corona, e incluso el lugar tenía capilla y Párroco que realizaba una misa al mes. Mientras que en la caleta Valparaíso, solo contaba con una casa de español y este residía en la capital del reyno. Además Valdivia nos dejaría un nombre que nos daría nombradía, cuando algunos pueblos no daban atisbo de alguna vez existir, el de la cuesta de La Dormida, por las veces que pernoctó en sus pies o faldeos. Siendo su verdadero nombre para este paso al valle del Mapocho, La Dormida del Gobernador.

De los personajes del período de la conquista, el más ligado a Limache, es Valdivia por las razones expuestas. Y creemos interesante profundizar en este personaje no solo por lo que significa para la nacionalidad chilena, sino por el mensaje para hoy y mañana que nos lega, en la palabra de nuestros historiadores, la persona de don Pedro de Valdivia, compartamos tales dichos que muchas naciones se enorgullecerían ante tales palabras y que siendo tan nuestra, son tan poco conocidas y consideradas. Mezcla de caballero medieval y de sagaz político del Renacimiento, Pedro de Valdivia sobresale en la conquista de América por la serenidad de su espíritu, el temple de su voluntad, la alta visión orientadora de sus pasos y el sentido jurídico y constructivo de su obra. Concibió la empresa de Chile como una tarea en que se enlazaban el ansia de heroísmo y la sed de gloria. Los obstáculos no le amedrentaron. Luchó contra la geografía difícil, contra la traición latente de sus huestes y la resistencia bravía de los aborígenes.

“Sus resoluciones inflexibles ante la dificultad, no tuvieron el sello de la improvisación, de la venganza o de la crueldad inútil. Supo mandar, perdonar y dirigir, sacrificando a los supremos ideales de la empresa todos los impulsos negativos y bajos de la naturaleza. A la fuerza del y al galope opuso el derecho, y a la anarquía, la disciplina y el sentido jerárquico. Creyó así en superiores normas de convivencias que logro inculcar en la naciente sociedad por él establecida. No le movió en sus actos el afán de codicia o el prurito del mando prepotente. El oro y el poder fueron para él un medio, no un fin.

Persiguió, en cambio, con ahínco la fama. Amó la tierra de Chile y sintió el golpe emocional de su paisaje, cuya belleza supo proclamar en sus vigorosas cartas al emperador. Ensalzo al nativo por su fiereza, sintió satisfacción por el llanto de infantes en el rancherío mapochino, a sabiénda que no traía mujeres, nacía una nueva raza.
No aspiró volver a España, sino a quedarse en el nuevo suelo y perpetuarse en él para siempre, ha través de otros hijos, ya que él nunca los tuvo. Captó, él primero, el destino unitario de la tierra y del hombre de Chile, ignorado por los dispersos pueblos indígenas, y echó así las bases de una nueva nacionalidad “.

Andrés Moyano Vásquez. Comuna de Limache.

La mina del cura "e" Limache

LA MINA DEL CURA “ E “ LIMACHE.

Esta es la historia real, de un cura limachino que tuvo que salir ha ganarse“ los porotos “, como tantos de sus fieles, en la pequeña minería en el año del Señor por 1835. Sabemos que al Picunche, no le llamaba mayormente la atención las pepitas que cual lágrimas del sol, se desgranaban por los esteros del valle. Por 1460, nos invaden los Incásicos y barren el oro superficial del Chile central. En Diciembre de 1540, pasan por el sector de Queronque a los pies de Limache, los conquistadores europeos en pos del valle Mapocho-Maipo. Vienen para quedarse y para sostener el Reyno recurren a las arenas auríferas del estero Marga-Marga. 10 años después recurren a los placeres de Quilacoya, en la cuenca del río Bio-Bio. Ya no es tiempo de agacharse y coger pepitas, ahora las montañas del fondo del valle llamaran cada vez que se presenten crisis económicas y con mucho esfuerzo entregaran sus riquezas. Dependiendo la mayor o menor demanda de trigo de Potosí—Alto Perú--, o de años secos y merma de la agricultura, esos cerros paliaran la situación. Desde Curacaví, Colliguay, Altos de Llyu-Llyu a Ocoa se establecerán los piques o estacaminas, de este curato de Limache, el sector más importante fue La Dormida, lugar adonde el tesorero de su graciosa majestad instalo un Alcalde de minas o Capitanía General de registros de Minas. Para las recaudaciones del caso según los interesados en instalar frentes de laboreo

En 1761, solicitaron y cancelaron permiso para instalar faenas 36 mineros, por nombrar algunos, Andrés Alvarado, José Gamboa. Y distinto de lo que podría creerse no es el oro el más apetecido o encontrado, por plata se declaran cuatro faenas, por oro ocho, por azogue cuatro, por cobre 56, por otros 18. Y así, las faenas aumentaran o disminuirán según la mayor o menor actividad del Reyno, en las épocas de vacas flacas, poca demanda de empleos, a trabajar en forma independiente a los cerros cercanos. Otro factor y nuevo, desconocido, se hace presente en Chile y suponemos que en las otras colonias sucedería algo parecido, los problemas napoleónicos en España y primeros pasos de Independencia.
Estos nuevos sobresaltos y períodos de poca estabilidad, en que dependiendo del bando Patriota o Realista que prevalezca, lo natural era pedir contribuciones o cooperación con la carabina a la vista, e incluso cuando el secretario de don Bernardo O¨higgins buscaba recursos para instalar el premier Cementerio General, uno de los posibles contribuyentes que por enésima vez se le solicitaba, fuera de si, en medio de la calle exclamo ¡con esto de la Patria estoy hasta la coronilla!!.

De lo que recordamos, crítico fue del año 1808 al 1835 por los nuevos acontecimientos que se presentaron, sin dejar de considerar los acostumbrados terremotos y los brotes de alguna peste.
Nos gobernaba en nombre de se Majestad don Luís Muñoz de Guzmán, 1808, la madre Patria esta en guerra con Inglaterra y pide a sus colonias ayuda financiera, en el caso de Chile debe mandar 50.000 pesos oro, se pide al que puede dar, una contribución especial, cuya respuesta deberá ser si o si. Una respuesta negativa puede traer como resultado la caducidad de la licencia para trabajar las tierras de la Corona, ya que primero están los intereses de su Majestad y después de los Vasallos. Al poco tiempo después llegan alarmantes noticias de Buenos Aires, que los ingleses han desembarcado y son dueños de la ciudad, luego marcharan sobre Chile. Don Luís Muñoz se prepara convocando a 16.000 reclutas, y durante cuatro meses los prepara en el lugar llamado Las Lomas, más contribuciones. Buenos Aires rechaza a los ingleses, Chile manda ayuda para los huérfanos y viudas, más contribuciones. Vendrá la Patria Vieja, Reconquista y Patria Nueva, ambos bandos solicitan erogaciones y pagarés a fecha indeterminada. Escuadra Libertadora al Perú, Argentina diside no cooperar, la joven República necesita funcionar, más recursos. A veces fueron empréstitos forzosos, a don Bernardo O^higgins nunca se le devolvió las 4.000 cabezas de ganado heredadas de su padre, que le quedaba al resto. Después vendrá lo que los historiadores llaman período anárquico. Finalizando este resumen de este época, para comprender el porque de algunos sucesos, que la historia generalmente no considera, la atmósfera que se respiraba, digamos que Chile continuaba con su pesado lastre colonial, consumir más que lo que produce y sumando lo narrado, no era propicio emprender o no había medios monetarios para activar la economía, nos encontramos con un cansancio de pago o de contribuir. Además concluida con éxito, la misión de la escuadra Libertadora, Perú, de lo prometido, no cumplió con ningún centavo y el país se encuentra ya en la obligación de servir la deuda contraída con la banca inglesa, para dicha expedición al Norte.

Por lo tanto, esta realidad no es ajena a nuestro valle, ya que somos vecinos del lugar adonde se toman las decisiones. Pocos emprendimientos, falta de circulante, llego el caso que latones, o en suelas de cuero de vacuno, algunos particulares sellaron dinero, para pagar y luego servían para adquirirles mercaderías a ellos mismos. Esto lo narra don José Zapiola, patriota de la Independencia.
Músico, compositor del segundo himno Nacional de Chile, la Canción de Yungay. Aún quedan huellas del terremoto de 1822, que asoló a toda nuestra región y no quedo adove parado.

Nos imaginamos en lo económico, nuestro valle alicaído, falta alimento para las familias, la autoridad esta lejos y en otros menesteres, la necesidad es grande, solo en este marco es comprensible, que, al parecer caso único en Chile, el querido cura, se lanza a la montaña, tras el pan de cada día, en el oficio de pirquinero. Muchos le siguen, después de probar fortuna durante meses con variables resultados, al mismo tiempo que cristianizaba aquellas serranías, casando a los que vivían en pecado, recuperando para le fe a los niños" moros" y asistiendo a los que llamaba San Pedro. Seguramente con un grueso crucifico colgando en su pecho y un corvo en la faja, porque en aquellas viñas del Señor habían ovejas y escorpiones. Uno de esos días, estando cateando en la ladera de una quebrada del Cerro La Campana, dio con una veta bastante más que aceptable, de lo regular que encontraban estos pequeños mineros, que de herramientas solo contaban con sus brazos y un par de utensilios. Estando a la vista un buen trozo de cobre, el buen cura mirando al cielo dijo, ¡¡ gracias a Dios!! o al diablo le respondió un minero socarrón y mal hablado. La noticia corrió por todo el cordón montañoso desde Lo Prado en Curacaví, altos de Llyu-Llyu a los cerros de Ocoa y fue de fama “ la mina del cura “e Limache “. E incluso surgieron pedimentos por Lampa, Maitenes de Tiltil, cerros de San Pedro y en la quebrada de los Alvarado se intensificaron las faenas. Esto trajo un bienhechor ambiente en toda la zona, optimismo, al redoblar los esfuerzos, emprender con más fe los trabajos, se descubrieron nuevas vetas, ya había como parar la olla, nadie se enriqueció pero también es cierto que la situación mejoro y a los que se quedaron en el valle también se le multiplicaron los panes. El buen cura con lo ganado y lo aportado por los feligreses, dejara un legado a Limache hasta el día de hoy. Como lo podemos comprobar en los párrafos pucha-kay el cura “ porfíao “. Este ciclo minero allá en el fondo de los cerros comienza ha declinar, por los mejores salarios que llegan con la construcción del canal Waddington,
lecherías y ferrocarril entre otros, ha partir de 1845. De lo que queremos dejar constancia es de lo que aportó con su actitud el cura párroco de la Iglesia de la Santa Cruz de Limache, en un momento difícil para todo el curato y por ende para toda su feligresía, supo en el momento preciso ponerse en el caso de la gente y al estar estas un tanto incrédulas de mejores tiempos, predico con el ejemplo, con los resultados ya conocidos, este cura párroco se llamó Diego Bravo.

Andrés Moyano Vásquez. Comuna de Limache.

Las garzas Avenida Urmeneta Limache.

LAS GARZAS DE AVENIDA URMENETA.

Pintorescas para algunos, fastidiosas y mal olientas para otros, al parecer no hay términos medios, como también otro es el caso de si solo las vemos al pasar o acaso convivimos con ellas. El asunto es que ha nadie dejan indiferente. Hasta el momento se han adueñado de un sector de Avenida Urmeneta, entre Pedro de Valdivia y Ramón Freire. Poco después de aclarar se les ve alzar vuelo a sus lugares de sustento, la periocidad de retorno dependerá si el nido está vacío o hay polluelos que alimentar. Por lo tanto a veces solo se les observa muy de mañana y cuando vuelven al atardecer, caso contrario es un ir y venir, motivado por las insaciables crías que son atendidas por ambos padres. En las altas y macizas copas de los Plátanos Orientales han fijado residencia estas vistosas aves desde hace algunos veinte años. Este caso no es nuevo en la comuna, en otros sectores se ha dado el caso esporádico de una gran concentración por algún tiempo en lugares muy cercanos a villas y poblaciones. Por su inconfundible olor se ha buscado la forma que se alejen.

Es asidua visitante de ríos, vegas, esteros y lagunas, es ribereña, parte de su dieta a más de los peces, son los mosquitos y zancudos especialmente los que pululan en las aguas estancadas, algunos de estos mosquitos son portadores de contagios o sus picaduras son muy dolorosas, caso del Tábano. También se les ve, especialmente a las más jóvenes, andar en bandadas tras las lombrices que van quedando al descubierto, en la tierra húmeda y recién arada. Igualmente en torno al ganado que pasta, ya que este al lentamente desplazarse, hace que levanten vuelo distintos insectos rastreros y la garza aprovecha de cazarlos al vuelo. Algunas frescas paradas sobre el lomo de algún animal, como caballo o vacuno atrapan insectos desde esa cómoda posición y asean de parásitos a su ocasional portador. El rechazo generalizado a estas aves obedece a que su principal dietas son los pequeños peces o Puyes, y por esa razón su evacuación intestinal es fétida y queda cada huella.

En el caso de las que habitan en el centro de San Francisco, en la Avenida que mencionados, se ha hecho todo lo posible por erradicarlas e incluso con métodos que han irritado a los ambientalistas y ecológicos, hasta la fecha no se han conseguido resultados, ¿cual es la causa y razón de tal pertinaz porfía por no marcharse?, creemos tener una posible respuesta.
Las garzas solo tratan de sobrevivir, el ser humano a ellas y otras especies les invade sus inmemoriales territorios. Ellas fueron las reinas de la cuenca del estero Limache, por milenios, hoy ven deforestados los bosque y matorrales, mecánicamente domesticado su estero y cada vez se les cercenan sus amplios horizontes de vida, pletóricos de amplitud ayer. Igualmente se les persigue con rifles a postones, los perros vagos las acechan, niños sin ningún sentido de conservación le tiran piedras. Esta garza chica,--Florida Thula vive desde Atacama al sur de Chile, asociada a ríos, lagos, tranques, lagunas y esteros. Es la más pequeña y numerosa de las garzas chilenas. Es de color blanco con las patas amarillas y el pico negro, detalle que las diferencia de la garza grande y la boyera.

Durante la época reproductora, a los machos les crecen unas bellas plumas largas sobre la cabeza, rabadilla y pecho, las que usan durante el cortejo, para atraer las hembras e intimidad a los rivales. Son muy gregarias, construyen su nido en los totorales rodeados de agua o sobre la copa de los árboles, instinto de protección ancestral ante el zorro. Pone entre dos y cinco huevos de color celeste. El cuidado de las crías está a cargo de ambos padres. Se alimenta de anfibios, pequeños peces, insectos y otros invertebrados.
Decíamos posiblemente tener una respuesta para que las garzas de Avenida Urmeneta, no desalojen el lugar, después de tantas tentativas realizadas. El lugar no es seguro para ellas, en el sector abundan el ruido de frenadas, bocinazos, humo de motores o quema de hojas. A veces por una mala maniobra o golpe imprevisto de viento alguna se daña un ala, un algún inexperto polluelo se cae del nido o torpemente pretendiendo iniciar sus primeras escaramuzas de vuelo, terminen por el suelo y el resultado final es bajo un neumático o en las fauces de un perro callejero. ¿Entonces porque tanta porfía en marcharse del lugar?.

Recuerdo que cuando muchacho trabaje durante seis años en una farmacia de la zona, la bodega estaba en el segundo piso, algo que nunca se me olvido fuera de lo que se me enseño, es que los Lunes o después de un festivo al no estar de turno, quedando herméticamente cerrada dicha bodega, al abrirla el olor a aceite de pescado golpeaba por lo fuerte. Razones, la mayoría de las vitaminas, complejos B y especialmente la A, provenían del hígado de bacalao o de los escualos. Por lo tanto la respuesta de la tozudez de las garzas para marcharse del lugar comentado, que para algunos es molesto y anti- higiénico y para otros novedad y curiosidad, seria lo que en el cerebro o en el ADN del ave esta impreso desde la creación y que no es otra cosa que seguir el olor o sentir agradable el aroma que emana desde la cercanía y que es la esencia misma de su existencia, no siendo otra cosa que la fragancia que envuelve al animal, es decir, comida. Esta sería la razón de su porfía por hacer abandono de esos árboles, irían contra su instinto, por lo tanto aún a consta de sus vidas no se irá del lugar, siente olor a comida, a peces. Las garzas porfiadas solo obedecen a su naturaleza, además su olfato es más del doble, que un ser humano. Algún día la ciencia dirá la última palabra en torno a este interesante caso.

ANDRÉS MOYANO VÁSQUEZ. COMUNA DE LIMACHE.